Michael y el supermercado mágico

El personaje favorito de mi primo

En dos ocasiones que  fuimos al supermercado a buscar algunas cosas para la semana, al llegar a la caja para pagar nos encontramos con dos eventos increíbles, no sé si para los kiwis, pero por lo menos a mi me dejaron con la boca abierta.

Lo primero que nos sucedió es que descubrimos que hay una cajas donde se puede registrar los productos sin necesidad de una cajera, elegir lo que se esta comprando de una pantalla táctil, todo muy moderno, la maquina te habla para indicar las instrucciones a seguir como donde poner tu dinero o deslizar tu tarjeta del banco, así que aparentemente la honestidad kiwi va tan 



 lejos que están seguros de que se registraran todos los productos y se pagara acorde a lo debido, a lo que me quito el sombrero,  pues si pensara en esta posibilidad en nuestro país… lo primero que se me viene a la cabeza  son unas imágenes de muñequitos en blanco y negro tal vez tipo Disney donde un policía con bolillo en mano sale corriendo detrás de un consumidor sospechoso, situación bastante inusual para un kiwi, pues los policías aquí difícilmente portan armas de fuego y bolillos…

Tío rico y su piscina de oro

Siguiendo con mi historia el segundo evento supongo sucedió la semana siguiente, pues solo vamos al super una vez por semana, al llegar a la caja para pagar, nos encontramos un cajero muy particular, el nombre que aparecía en la etiqueta de su camisa indicaba que su nombre es Michael, muy serio nos saludo y registro todos los productos, como siempre pedimos que no nos empacaran nada en bolsas platicas, pues las de tela que siempre llevamos son mejores, menos basura para nuestro lindo mundo,  al poner la caja de cervezas para registrar, Michael tintineo una campanita y apareció un supervisor, todo el evento muy curioso, en mi cabeza solo habían pensamientos de esos que se presentan con una sonrisa inevitable en los labios, de esos de combinación entre sorpresa y agrado, Michael, vestía un uniforme como el de todos los demás empleados del super, camisa de tela azul clarito de mangas cortas y pantalones de prenses negro, y la etiqueta de su nombre en letras de un azul más oscuro, todo muy cortado y hecho a la medida exacta, es decir ninguna parte de su vestir parecía prestada o arreglada acorde a su tamaño, así que no estaba reemplazando a nadie, todo indicaba que trabajaba allí, su pelo rubio muy bien peinado y por cuestiones de comodidad estaba parado sobre un pequeño cajón para alcanzar cómodamente la registradora, nada fuera de lo normal, pensé yo, con más curiosidad todavía, su cara tenia esa expresión , de esos que juegan al banco y ponen cara de importancia de que su trabajo es esencial, el supervisor registro la caja de cervezas y Samuel deslizo su tarjeta todo muy usual, al salir del super me pregunta Sammy

 - "lo viste?? "

-Si!! Que curioso no??- respondí con sonrisa - "Cuantos años crees que tendría Michael?"

- No lo sé, unos 7 o 8 años??  Ese va a ser millonario cuando sea grande - comenta Sammy con sonrisa burlona  -

Los 3 bomberos / Mis primos y yo.

Y yo solo puedo pensar en mi primo jugando al banco o la tienda con los billetes del Monopolio  diciendo que el seria como el tío rico de Disney con una piscina llena de monedas de oro y en la casa del centro de la ciudad de mi abuelita , donde después del colegio pasábamos nuestras tardes, desordenando  toda la sala y convirtiendo el sofá y todos los demás asientos en tienda, banco,  nave espacial, y hasta en cueva.