El mercado. |
Kerikeri y sus mas
de 4 calles donde el solo pensar en transporte publico es ridículo, pues
caminando se llega a todas partes, tienen un lugar donde todos los domingos por
las mañanas tienen cita los colores, los
perros, las familias, los niños, las verduras, las frutas, y los desayunos de
hotcake con crema y todas las salsas imaginables, todo a pedir de boca.
Las
gentes se reúnen en su cita dominical, a charlar, a ver las caras de los
turistas que como nosotros aprovechamos el mercado para comprar las verduras y
las frutas que en el super mercado son dos veces mas costosas, además a
deleitarnos con los productos locales, las muñecas de trapo y las nuevas ideas que se nos ocurren mientras caminamos por el pequeño mercado, las charlas de los que pasan que me ayudan a afinar el oído para mi chueco ingles y los perros que se acercan como si supieran que en mi territorio tienen un lugarcito de minutos de carisias y apapaches, de esos que se me salen incontrolablemente por la falta de animal de compañía, por la necesidad de darles amor que me da la responsabilidad y percepción que siento del mundo desde que soy vegetariana , y es que antes de serlo este amor también estaba presente en mi vida, pero la responsabilidad de cuidar los recursos naturales y sus animales, para que mis hijos y sus hijos también tengan la maravillosa diversidad de la que yo de niña disfrute, es mas fuerte ahora que mi consciencia sobre la vida y mi percepción de lo que significa conservar, cuidar y la no violencia se han convertido en un acto propio de mi ser, en lo que como cada día, no solo en palabras y sabidurías que se quedan allí en el principio pero no el en fin.
Regresando a mi relato, en el mercado de los domingos además esta amenizado por música en vivo y músicos ambulantes que tocan sus curiosos instrumentos , el olor del café o té caliente junto con los deliciosos hotcakes de sabores en el que Samuel se convierte en niño otra vez y pone una montaña de salsas de chocolate, limón, crema inglesa, crema castle y diferentes tipos de berries , que se come con la felicidad de lo inexplicable pero delicioso, los letreros de las ofertas siempre están escritos en pizarras con tiza de colores y letras cursivas que informan ofertas maravillosas, o servicios que a simple vista no se descifrarían, lecturas de tarot y cosas por el estilo, pero sobre todo lo que mas vende el mercado de los domingos es la felicidad del encuentro de sus gentes.
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