Lluvia y frio - Patio de la casa |
El viernes pasado
cuando regresaba a casa de mi paseo semanal por la ciudad, de la visita al café
de la biblioteca que sin quererlo se ha convertido en mi café favorito ...
La verdad es que lo
he estado esperando con calma, poniéndole a mi ropa cotidiana una capa más cada
2 meses, comprando ropa de invierno que claro, en mi ciudad natal no usaríamos
en la vida, aprendiendo a prender la chimenea que calienta las casas y trae ese
olor a madera añeja a las tardes de la ciudad y llenando mi cabeza de ideas y
de recetas para invierno.
Además he
descubierto lo que mi "hermano"
(Por elección, no por genética) un día me escribió en uno de sus mails
desde Austria -" los días con luz de nevera" . Y tal vez este el invierno no sea tan
dramático para el común de la gente, sobre todo los países alejados de la línea
Ecuatorial, pero cuando vienes de un lugar donde los cambios climáticos se basan en un poco más de lluvia semanal o unos
2 grados más de calor, es muy sorpréndete cuando las horas de luz se hacen largas en verano y cortas en
invierno, y los trajes, los colores de los días, los arboles se desprenden de sus
hojas y los grados cambian
dramáticamente, las casas de madera neo zelandesas crujen y se acomodan con el
cambiar del tiempo.
Todavía recuerdo
bien mi primer día en toda mi vida que estando en Chile eran las 8 de la noche
y seguía de día, la foto que tome fue para asegurarme de mostrar que lo que
estaba pasando era real, donde me asegure que mi cámara mostrara la hora y
donde el paisaje no era lo importante sino la luz, desde esa vez además fue
cuando comenzó realmente esta nueva
aventura pues 3 días después volamos directo a Auckland y todo un río de
cambios empezaron a suceder.
Y aquí estoy
empezando el invierno, momento en el que según Sammy el curso de mi vida va
a cambiar, y yo voy a crecer, pero lo que el no sabe es que viviendo aquí cada
día crezco más.
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